Fotografía: Néstor Salazar ManriquezAlgunas veces me convierto en una adolecente cuando se entera que su ídolo vendrá a al festival de cine en la ciudad que ella vive.
Compra entradas (dos por si acaso), busca la ropa apropiada para vestir en el día, ralla la papa con su ídolo con toda persona que le pregunte cualquier cosa, busca el lápiz adecuado para pedirle el autógrafo, tiene el catalogo del festival a mano, repasa una vez internet para ver sí ha pasado por alto alguna nueva noticia referente a su nueva película y llega al cine dos horas antes para asegurarse de buenos asientos.
(check!, check!, check!, check!, check!, check!)
Y ahí estoy yo con Wong Kar Wai sonriendo cuando le pido que signe mi catálogo con un lápiz de oro, porque para mí él es oro.
Hasta ayer él era MR. Wong Kar Wai, el director chino que lo veía por medio de una pantalla de cine, de televisión o del computador. Leyendo sobre él en diarios, revistas e internet. Era algo un poco lejano, un poco inalcanzable pero el 28 de noviembre del 2008 se convirtió en una persona menos lejana, una persona de carne y hueso hablando de sus propios héroes y la importancia de tener una visión y realizarla.
Algunas veces uno tiende a no querer pensar en sus héroes como algo real o una meta para alcanzar, para no sentirse pretencioso ó querer compararse con algo inalcanzable, pero entonces para que nos formamos inspiraciones sí es que no pretendemos algún día tomar todo ese espíritu y realizar nuestra propia visión?
En ves nos dejamos llevar por las reglas puestas por otros que desconocen nuestras realidades, y tenemos la costumbre de nosotros mismo bloquearnos por inseguridad por no saber donde comenzar, por no saber sí podemos o por no saber lo que queremos. Pero algunas veces la magia no siempre está en saber lo que uno quiere, pero sí saber exactamente lo que uno no quiere y de esa manera separar lo que está de más.
Y ahí estoy: Yo, Wong Kar Wai y todo el resto del mundo en la sala donde se dio una charla para luego ser testigos de la entregarle del premio Visionary Award del festival de cine de Estocolmo. Yo estoy sentada en la tercera fila (luego de la prensa) frente a Wong Kar Wai al lado de mi hermano - quién fue mi fotógrafo personal - compartiendo uno de mis momentos más mágicos.
Fotografía: Lasse LynchellYo cierro los ojos y pienso que ahora sólo me quedan cinco heroés más: Oprah Winfrey, Robert Redford, Eryka Baduh, Spike Lee y Christopher Doyle.
