Cuando nos encontramos con una persona en verdad sólo escuchamos un 20% de lo que se dice. En verdad estamos más ocupados en analizar a la persona que tenemos frente.
Nos fijamos en su apariencia, en su idioma, en su vocabulario, su tono de voz, su lenguaje corporal, su estatus socio-económico y su vestimenta.
Luego seguimos a ver en que casilla meterlo, y dependiendo de los prejuicios que tengamos lo vamos a catalogar.
Así que no te sorprendas sí en la primera conversación que tienes con una persona te pregunta tu nombre por segunda vez, solo que recién te ha analizado y quiere ponerle nombre al objecto. ;)
Eso de decir que “tengo un presentimiento” en verdad son solo prejuicios. A nosotros nos gusta o no nos gusta una persona dependiendo de lo que nosotros mismos queremos y vemos. De lo que es feo o bonito. Apropiada o menos apropiada. Bien o mal.
”No me gusta ese mino”
“Porqué?”
“No sé. Sólo esa sensación. Cachaí?”
”Si. Sí te cacho”
Eso de decir que “tengo un presentimiento” en verdad son solo prejuicios. A nosotros nos gusta o no nos gusta una persona dependiendo de lo que nosotros mismos queremos y vemos. De lo que es feo o bonito. Apropiada o menos apropiada. Bien o mal.
”No me gusta ese mino”
“Porqué?”
“No sé. Sólo esa sensación. Cachaí?”
”Si. Sí te cacho”
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